15 de noviembre de 2012

Una propuesta europea para los subtítulos

Al contrario de las películas estadounidenses, que ofrecen audios y subtítulos en multitud de idiomas, con una clara proyección mundial, la gran mayoría de las películas europeas salen a un mercado fragmentado sólo en la lengua del país en donde se comercializan o en su lengua original, o en el mejor de los casos en ambas, mientras los subtítulos aparecen apenas en un par de idiomas, de tal forma que si compramos o alquilamos una película italiana en España ésta vendrá probablemente con los subtítulos en español y catalán, pero si la adquirimos en otros países europeos, debido a que nadie la distribuye aquí, podemos encontrárnosla con subtítulos sólo en francés o sólo en alemán, por poner algunos ejemplos verídicos al azar. Éste es un problema europeo menor que, sin embargo, bien vale de muestra, como un botón, de todo lo que falta por hacer en Europa, de una integración que no llega a pesar de ser tan deseada por muchos y de una cultura conjunta que se resiste a cuajar en los ambientes menos elitistas, e incluso en estos. A pesar del gran crisol de lenguas europeo, no hay forma de encontrar las películas hechas en el continente subtituladas en los distintos idiomas de la Unión. 

Quizá el doblaje pueda resultar caro pero me extrañaría que una ambiciosa oferta de subtítulos añadiera un coste adicional relevante a un arte que requiere de unos presupuestos de producción muy elevados, sabiendo además cómo se paga a los traductores en estas tierras. Una película subtitulada en muchos idiomas tendría un mercado evidentemente más amplio con capacidad de distribuirse directamente en la gran mayoría de los países europeos. Como esto no ha ocurrido por iniciativa privada, ni se espera, por razones que no alcanzo a comprender, y seguimos viviendo todos juntos pero de espaldas unos de otros, o todos mirando a Bruselas pero ninguno a los de al lado, parece sensato imponer por ley que cada película europea sea editada con un mínimo de, digamos, doce subtítulos de entre las lenguas oficiales, incluyendo por supuesto una versión transcrita en la misma lengua original de la película. Esta última opción es además muy didáctica, ya que en mi opinión el mayor salto cognitivo en el aprendizaje de una lengua a través del cine, en niveles avanzados, se consigue cuando ya somos capaces de entender una película en versión original con la ayuda de los subtítulos en esa misma lengua.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena idea!

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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